miércoles, 23 de noviembre de 2011

GALLETAS CON FONDANT




Como bien dice Jackie Rueda, "muchos de vosotros no me conocéis, no  me ponéis cara, y sólo sabéis de mí a través de lo que escribo de vez de en cuando, así que tengo que cuidar mi imagen y mostraros mi cara más feliz".

Llevo mucho días sin escribir, sin hacer fotos a mis recetas y  con una crisis fuerte de fibromialgia, pero hoy después de de mi tercer día de goteros para calmar los dolores, me he dicho, ¡¡adelante¡¡, ¡¡ no te bloquees¡¡, hay mucho ahí fuera, y tienes que disfrutarlo y compartirlo. 

Así que me he sentado sin hacer nada en mi balcón y después de sólo unos minutos, siento que vivo en una de las ciudades más bellas del planeta y que su luz, aún en otoño, es gratamente cegadora.

Hace un día maravilloso, docenas de personas caminan por la avenida, despacio, sin otro motivo aparente que saborear el aire frío y los rayos de sol sobre su cara. Los observo durante un buen rato, con la música de Chris spheeris de fondo, sin pensar en nada más, y allí escuchando música y el sol sobre mi cara,siento que  me desconecto del mundo.

Por la tarde he decidido trabajar un poco, pero trabajar en algo relajante, algo que mientras lo haga, no tenga sensación del paso del tiempo. He decidido hacer Galletas. 




El aroma a vainilla de las galletas se huele desde la escalera. Es como trabajar en una fábrica de natillas. Decorarlas más tarde es como saborear esas natillas: ¡¡siempre quieres repetir¡¡, nunca quieres que se acaben.





Pues así he pasado la tarde, horneando y decorando algunas galletas, y relajándome con algo de música, que es tan relajante que mi familia que no la soporta, dicen que a ellos  les pone nerviosos, jajajaj.

Ellos aún no han entrado en la fase en la que escuchas unas notas de saxo y  es como una valeriana que  invade tu cuerpo desde los músculos de los pies hasta las manos, que  te hace escapar de la sobredosis de realidad, del strés, del insomnio, y te hacen saborear poquito a poco  el placer de disfrutar de una buena música y de una tarde horneando y decorando galletas.




Hoy he decidido decorarlas con fondant. Si os acordáis, las galletas que os enseñé en otra entrada fueron decoradas con glasa. Tenía ganas de hacer algo de motivos infantiles. Yo ya pasé de esa época, (menos mal), y mis hijos ya no son bebés, ya están creciditos, pero las cositas que rodean a los bebés son tan tiernas, tan para tirarle bocaítos, que no me podía resitir.




También tenía muchas ganas de hacer una muñeca, y sus vestidos, así que he decorado un poco de todo. Las primeras han sido un babero, un biberón, un vestido de fiesta y una niña de comunión. 

Sí, ya sé que estamos casi en navidad, que para las comuniones falta mucho, pero fuera hace un sol tan espléndido, como si fuese primavera, que no apetece hacer muñecos de nieve, la verdad.

Mañana quizás me ponga en ello. Creo que me decidiré por un árbol de navidad y sus bolas de colores. 



Tengo que buscar algún aroma de otro sabor. Me apetece hornear con aroma de frambuesa, o de canela..... ¡¡¡ uummmmm ¡¡¡, ya me lo estoy imaginando y mi boca se me hace agua....



Luego la he metido en bolsitas de celofán que he hecho yo también, claro, y las he cerrado con un lacito de razo. Quizás sean un buen acompañamiento de un regalo que tenga que hacer, o quizás ellas solas sean un regalo, no sé....



Quizás las cuelgue del árbol de navidad y le dé un color suave y tierno.... ¡¡a ver si me dejan, claro¡¡¡.... ello no son mucho de colres pastel, jajajajjaja.....

 pero no me digáis que éste vestidito  no es perfecto para regalarselo a una sobrina, a una amiga, ....  ¡¡seguro que disfrutan comiéndosela en un momento megaprincesa de esos que ellas tienen... jajajja


os dejo que disfrutéis de mi momento galletil, y de sus decoraciones.



¡¡¡Que tengáis una buena tarde¡¡¡¡¡. Besitos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Falda de Ternera Rellena



Aunque pase mis ratos cocinando, mi cabeza y mi espalda nunca están  lo suficientemente "aderezadas". Todos los días me duele, aunque claro, algunos días más que otros...

Mi reciente incapacidad y mi pasión por la escritura y por la cocina, han hecho posible éste blog y que mis pensamientos y mis recetas se vayan difundiendo por la red.

De alguna manera, los blogs de cocina están sustituyendo en parte a los antiguos libros de cocina, ya que  todos miramos en algún momento la recetilla tal o la recetilla cuál en internet y nos lanzamos a probar nuevos sabores.

Cuando era pequeña, todas las niñas de mi clase, querían ser médico, enfermera, maestra o peluquera. Había incluso una que quería ser monja. .....

A mi lo que me hubiese gustado desde pequeña era ser  "escritora". Sí, sí,... escritora. 

Así que me dije a mí misma,: "bueno, escritora no vas a ser nunca, pero ahora que ya tienes tiempo libre, aprovecha y da rienda suelta a tus antiguos deseos y escribe de lo que te venga en gana". Y así es como internet ha sido el culpable de que mis pensamientos y mis recetas circulen por la red, y puedan leerlos personas que no hubiese imaginado jamás. 

Otra de mis grandes pasiones es la cocina, y sobre todo hacer las recetas que hacía mi madre.


Hoy os voy a dejar la receta de la Falda de ternera rellena. Supongo que muchos de vosotros la cocináis a menudo, otros la habrán comido en algún momento de su vida, y otros no sabrán ni lo que es. No puedo decir si la mía es mejor o peor que la vuestra, sólo puedo decir que era como la hacía mi madre, y que a nosotros nos gustaba mucho. 

Lo primero era comprar una falda de ternera, y que el carnicero te la abra de forma que quede bien fina.

Una vez abierta, la extendemos y la cubrimos con lonchas de jamón serrano.



Luego ponemos otra capa con huevos que habremos cocido previamente,  pimientos morrrones en tiras y aceituna sin hueso.




También podemos ponerle zanahorias cocidas en tiras sobre los huevos cocidos. Aunque yo ésta vez no se las he puesto. Luego con una cuerda de bridar carne, la enrollamos y la atamos formando un rollo.



Doramos la carne por todos lados, y así la carne se quedará más prieta y no se saldrá el relleno ni se quedará con un color blancuzco.

En una olla ponemos dorar cebolla, dos o tres dientes de ajo, una hoja de laurel, pimiento rojo y luego tomate, todo cortado muy pequeño. Cuando esté dorado añadimos la carne y las zanahorias cortadas en rodajas. Añadimos vino blanco, un vaso de caldo,  pimienta negra y sal. La ponemos al fuego y vamos regando con la salsa. Pinchamos la carne hasta que veamos que ya está hecha. 



La carne debemos dejarla enfriar antes de cortarla, si no, se puede deshacer.  La podemos tomar en frío con la salsa caliente por encima, o calentar la carne en la salsa una vez cortada. 



La salsa se puede pasar por la batidora, o tomarla así tal cual con las zanahorias en rodajas de acompañamiento, con unas patatas fritas. Lo siento pero no tengo fotos de la salsa.

Es una comida que la podemos realizar fácilmente el día anterior, y luego sólo calentarla y acompañarla de patatas fritas o con menestra de verduras, o puré de patatas,.... no sé de lo que más os guste. 


¡¡a éstas sólo les faltaba la salsa, aunque se me olvidó hacerle la foto cuando la serví en el plato¡¡¡ otra vez será, os lo prometo.







domingo, 6 de noviembre de 2011

Cocido a mi manera ( que es la de mi madre)



Desde que era pequeña, siempre vi a mi madre entre fogones. Puede que se deba a que tenía cinco hijos y a  que excepto yo, todos comían como leones. Bueno,  mi padre ya ni te cuento. A mí me decían que comía como un pajarito, no sé..., yo creo que comía lo normal. Eran ellos los que comían demasiado, jajajja.

Además de "comer como un pajarito", también era un poco delicada. El puchero no me lo podía comer con arroz, me daba asco,  así que me ponían fideos. La carne, ufff, tampoco, así que me ponían más pescado. La leche, arrrggg, sólo olerla...argggg..... me tenían que dar el cola-cao con leche condensada..... y así un sin fin de cosas...

Los dulces, ummmm, esos no los cambiaba por nada. Esos me los comía de todas formas y sabores.

Pues bien, el cocido madrileño, no podía ser menos, así que a mí no me gustaba como lo comen por ahí, (que imagino que es como se debe comer, claro), el caldo por un lado, los garbanzos y la verdura aparte...etc.
A mí me gustaba todo "junto". El caldo, el chorizo, la carne, los garbanzos, las zanahorias,... todo.

Hay muchas cosas que aprendí a comer  "a mi manera", y así me comía la verdura. Yo ahora sigo cocinándolo así, y también es como se lo comen en mi casa. Lo fundamental es poner unos buenos ingredientes, hacerlos con cariño, y comértelos, bueno, comértelos de la forma que a ti más te guste, claro.

A mí me gusta hacerlo en la olla exprés. Me queda el caldo ligadito, con todos sus nutrientes, espesito, y si es de un día para otro, mejor que mejor.


Los garbanzos hay que ponerlos en remojo un día antes, como es natural, y yo al agua del remojo le añado un buen puñado de sal, porque así luego quedan más tiernos.  Comprobar que los garbanzos son de ésta temporada. Muchas veces compramos garbanzos que no sabemos de que año son, y luego salen tan duros que no sirven ni para jugar a las canicas.



A la olla de los garbanzos añadimos el pollo, el tocino entreverado, la carne de morcillo o jarrete, un trozo de costilla salada, un hueso fresco de vaca, y si queréis un poco de costilla de cerdo. Luego añadimos chorizo de jabugo, un trozo de jamón, y si os gusta también un poco de tocino.




Le ponemos también la zanahoria cortada, que en mi casa les gusta que ponga bastante, y yo aprovecho porque si no mi hijo no me come la verdura.



Como lo voy a hacer en la olla exprés, lo pongo todo de una vez, porque no puedo ir añadiendolo poco a poco como cuando lo hago en la olla tradicional. Así que a la vez que pongo todos los ingredientes anteriores, añado las patatas, que las troceo grandes sin llegar a cortarlas del todo, sino cortando y luego rasgando, para que el almidón que sueltan espese el caldo.




Creo que no se olvida poner nada. La sal no la pongo ahora, pues con la costilla salda, la punta de jamòn y el tocino, no nos podemos fiar, y es mejor rectificar la sal al final. Lo cubro de agua templada, porque como ya sabéis, a la única legumbre que hay ponerle agua fría son la habichuelas. Lo pongo al fuego a  hervir, y antes de cerrarla, espumo el caldo por supuesto, porque además de quitarle lo que suelta la carne, le quitamos también esa espuma que sueltan y que luego nos daría más gases, y no es plan.....¿no crees?

Una vez espumado, cerramos la olla, y dejamos cocer unos veinticinco o treinta minutos (también depende de la olla, claro, porque en la olla rápida imagino que será menos, pero es que a mí esas no me gustan, yo uso la olla expres de toda la vida, la que hay que ponerle el pitorrrito en la tapa, y esperar a que empiece a girar). si es en olla tradicional, tendremos que hacerlo a fuego lento durante unos dos horas.

A partir del momento en el que empieza a girar es cuando cuento el tiempo indicado. Luego, podéis rectificar de sal si queréis, pero os aconsejo que no pongáis mucha, ya  que además de no ser bueno para nuestra salud tomar mucha sal, cuando dejamos reposar el cocido  siempre se asientan más los sabores.



Y ya está listo para tomarlo "a mi manera" o a la manera en la que me lo ponía mi madre. ¡¡que era una santa¡¡¡.



¡¡que os aproveche¡¡¡¡

Galletas decoradas de Navidad



¡¡Que sí, que sí.....¡¡¡
que ya sé que os tenía abandonad@s...,  que no publico ninguna receta desde hace muchos días.....;
pero.... eso es lo que tiene compaginar mis aventuras gastronómicas con mi fibromialgia,  que a veces quiero, pero no puedo, y tengo que esperar a que me dé  una tregua....  ¡¡pero ya estoy aquí, y para compensaros os voy a dejar una entrada muuuuuuuuyyyyyyyy dulce¡¡¡¡¡.

Ya que está llegando la Navidad, (sí, se que aún falta un poquito, pero cuando menos te lo esperas, la tenemos a la vuelta de la esquina), pues eso, ya que casi estamos cantando villancicos, y yo con ésta fiebre de    cocinitas, pues me apunté a un curso de decoración de galletas que realizaban en Conil, (bonita tierra y hermosas playas, por cierto).

El curso lo impartía Almudena (un encanto), y en todo momento estuvo apoyada por Mónica (que era sus pies y sus manos y los nuestros también). Podéis encontrar las cosas tan bonitas que hace Almudena en su página, y apuntaros como yo, jajajajja, Os dejo el enlace y ya me contaréis:  http://www.dulceriasdealmudena.com/p/cursos.html


Bueno, pues eso, que allí que me fui a Conil y me llevé toda la mañana, aunque se me pasó volando, la verdad. ¿A que es muy bonito mi Papá Noël?,¡¡¡¡tiene una carita tan graciosa, ¡¡¡¡¡ jajjajajja


¿y que me decís de mi árbol navideño? no le falta un perejil...., tiene sus girnaldas, sus bolitas, sus luces rojas, en fin que sólo le faltan los regalitos debajo..... ¡¡lo malo es que después me da mucha  pena comérmelos y los tengo guardaditos en una caja metálica¡¡



Ésta es mi Oca, que no es que estuviese herida, no, no, lo que pasa es que por el camino se me volcaron y como aún estaban frescas las glasas pues se unieron un poquito y las plumitas se espachurraron y tiñeron de rojo del cupcake (sí, también decoramos un cupcake, ahora os lo pongo.....). Pero a que es una monada...
Con su piquito, su lacito..... me gusta tanto que seguro que la cuelgo en mi árbol de Navidad, ya os lo enseñaré.



Sí, éste es el culpable de que se manchara mi Oca. (¿se nota verdad?), porque las flores y la bota quedaron un poco perjudicadas, (debería de haberles hecho una foto a cada uno antes de venirme, así las podríais ver mejor), pero..... a toro pasado.....

Aún así también está bonita, y con su botita, también es muy navideña.
Bueno y por fín os dejo mi última obra, la bola de Navidad. Es que la mañana ya no daba para más. Me hubiese gustado hacer más y más, pero la verdad es que entretiene bastante y cada una se lleva un buen ratito. Hombre, cuando les tenga cogido el truquillo, a lo mejor tardo menos, pero ahora....



Bueno, pues como lo prometido es deuda, aquí os he dejado mi entrada duuuuuuulce, para compensaros por el tiempo que hace que no andaba por estos lares.

¡¡Espero que os guste¡¡¡     .... y lo dicho..... ¡¡ya tenemos encima a la Navidad¡¡