domingo, 6 de mayo de 2012

Galletas decoradas de nuevo





A veces tengo cosas que contaros, cosas que mostraros, pero no encuentro el tiempo. Imagino que eso os pasará a muchos de vosotros.  No lo entiendo mucho, porque hay momentos en los que no haces nada extra además de lo que haces habitualmente (y que ya es bastante), pero es como si los días fuesen más cortos, las horas fuesen minutos, y los días se acortan como las mangas de las chaquetas en el armario de un año para otro, porque yo no sé a vosotros, pero yo de una temporada a otra, me pruebo una chaqueta y las mangas siempre me quedan más cortas..... y yo crecer no crezco, así que parece que encojen en el armario. 

Tengo muchas recetas que colgar todavía en el blog, muchas fotos que mostraros, pero ahora que mis hijos son mayores, y ya no necesitan que los lleve a al  futbol o al baloncesto,...a la piscina o al parque,.... que los bañe, que juegue con ellos, que les lea un cuento o que me lo invente sobre la marcha,......, en fin,.....pues  ahora que no tengo nada de eso, parece que me administro peor el tiempo, pues ahora, más que nunca el tiempo para mí es relativo.

Como ya os conté en una entrada anterior, me hicieron un encargo de galletas, y me entró otra vez el gusanillo. Hoy intento sacar un ratito para poder mostrarlas, para compartir con vosotros el resultado (y un resultado dulce), del motivo por el cual las horas se me han acortado. 

Decorar galletas me relaja. me pongo mi música preferida y  me cierro la puerta, me gusta trabajar a solas. La soledad a veces es necesaria.  Aunque claro, tal como decía Gustavo Adolfo Becquer  "La soledad es muy hermosa… cuando se tiene alguien a quien decírselo."


Pues eso, que me he puesto a decorar galletas, y es como si volviese a la niñez, porque decorar con fondant, si te gusta, es como jugar con plastilinas. ¡¡os lo juro¡¡


me  ha gustado mucho hacer la de la muñeca enfermera. Se la voy a regalar a mi hermana, que como no puede ser de otra forma, esa es su profesión. Pero claro, voy a tener que hacerle dos, porque su hija ya está en el hospital haciendo las prácticas, y me gustaría regalarle otra. 





En la misma tarde hice otras, pero voy a mostraros aquí algunas. 

El próximo día sacaré un poco más de tiempo para vosotros, y os mostraré más galletas, pero hoy tengo que levantar ya los dedos del ordenador. La lavadora ha acabado, la ropa desde dentro del bombo, creo me llaman para que las saque´, ¡¡pobrecitas están allí todas apretadas y húmedas¡¡, y la plancha me mira y me dice: ven aquí, ven aquí..... y yo tengo ganas de decirles que las conozco a ninguna, ni a la plancha ni a la lavadora, pero me da miedo que el día que me hagan más falta se rebelen contra mí, y me dejen ese día tirada. Así que no tengo más remedio que atenderlas. Hoy por tí, mañana por mí.... chao.... os dejo algunas fotitos. 









1 comentario:

María dijo...

Te comprendo muy bien,por que desde luego es mucho mas agradable hacer estas preciosidades de galletas que sacar ropa de la lavadora,te han quedado unas enfermeras preciosas,a tu hermana y sobrina les encantaran. Un besito
cosicasdulces.blogspot.com